lunes, 3 de octubre de 2016

4ºdia Bangkok ( chinatown )

Hoy hemos estado navegando por el rio y luego a chinatown. Hemos cogido el barco, pero en dirección contraria a nuestro destino, para recorrer el rio, esta vez sentados, en su curso ascendente, hasta el final del trayecto.
Media hora de navegación, donde el contraste de la velocidad de las pequeñas barcas con motores de camión, con la tranquilidad del barco de servicio publico. Contemplar los pequeños poblados de las orillas, con las casas literalmente en el agua, los templos próximos al rio, hacen de este tramo, un maravilloso paseo fluvial.
Al final, vuelta por la otra orilla, hasta nuestra parada del barrio chino, que es la numero 5. En total entre ida y vuelta, casi una hora de navegación, por 60 bath (menos de 2 euros)
Después de un paseo por el barrio chino, por casualidad damos con el templo del buda de oro.
El templo en si, no vale mucho, pero es curioso ver, un buda sentado de casi 2 metros, de oro, que parece fue descubierto por casualidad en un traslado, ya que habia sido recubierto anteriormente a causa de conflictos, y para evitar el pillaje.
Subir los incontables escalones, absolutamente empinados, es un aliciente, para la ceveza posterior.
Luego, otra vez a chinatown, esta vez con perdida por el barrio incluida, looking for a toilet (buscando un baño), cosa que resulto bastante complicada, hasta  que una muchacha, que nos vio preguntando a un caradura de los tuck-tuck, se acerco, y a pesar de la bronca del tio geta que nos quería engañar, nos indico una gasolinera cercana. Gracias muchacha, gente como tu me hacer odiar un poco menos al ser humano.
Luego, ya con tranquilidad, seguimos perdidos, y en un templo pequeño, nos metemos a olisquear, y parece que hay una ordenación de monjes novicios.
Preguntamos si podemos pasar y nos dicen que si, asi que nos sentamos en una silla como uno mas de los invitados, y entra monjes y marinos de uniforme ( no se que pintan allí), y pasamos un rato entretenidos, y lo que es mejor, sentados y fresquitos.
Cuando termina, nos vamos, porque parece que allí no hay canapé ni bebidas, y a ver si vamos a tener que comprar algo a los monjes, que allí todo el mundo les da un presente.
Por fin, y después de preguntar, encontramos el embarcadero, y volvemos a la habitación.
Estamos muy cansados, as que compramos unos sanwich en el 7eleven, para no salir esta noche a comer fuera.






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