Pienso por un momento acomodarme en el exterior en la popa, pero la chimenea de salida de humos del motor, me decide a buscar sitio en el techo delante de esta, ya que esas chimeneas, prometen a la vista de su negrura, gran cantidad de gases cancerigenos, y como yo he dejado de fumar hace 8 años, mis pulmones ya estan medio amariconados para aguantar el envite.
El dia esta nublado, asi que el trayecto en cubierta, se hace muy placentero.
El barco va bastante ligero, y la brisa fresca, junto a las bonitas vistas, hacen que no apetezca meterse dentro.
Ya una vez en la parte ancha del lago, el barco pone motores, pero al poco tiempo, tiene que parar, pues la helice, se ha quedado parada debido a la gran cantidad de desperdicios que ha absorbido.
Al momento, tres ayudantes, se sumergen en el lago provistos de una hoz, y cortando cuerdas, trapos, algas y todo tipo de basuras, consiguen liberar la helice, entre el aplauso de los viajeros, cual si de heroes se tratara.
Y en verdad lo son, ya que es imposible ver nada en esas aguas totalmernte turbias.
El barco se pone en marcha, y paso las 5 horas del viaje en cubierta, gran parte de ellas en proa, sin nada delante excepto el lago y la bruma en ocasiones.
Es curioso, como los viajeros, en especial los que viajan en barco, son propensos a saludar, a cualquier otro que se cruce en su camino, actitud, que no se da generalmente, en cualquier otro medio de transporte. Quizas el agua, elemento en el que dicen se genero la vida, nos haga mas humanos, mas propensos a exteriorizar nuestras emociones, o quizas nos sintamos mas débiles o inseguros ante un medio, que ahora nos es hostil.
Dejada esta profunda reflexion, que en realidad no viene a cuento, seguire con el relato.
Parece que lleva un rato buscandome, y todo el barco ya sabe mi nombre, gracias a sus llamamientos a viva voz.
La barca lleva a la orilla, a los dos unicos pasajeros, que van a quedarse ahi.
Mejor, para ver guiris, me voy a Benidor, que alli se crian como conejos.
En la orilla, primer intento de estafa del dia. Resulta, que como el barco, no puede llegar a la orilla, por peligro de quedarse embarrancado, una barca pequeña, tiene que venir a recogernos y acercarnos a la playa, y llevar a otros pasajeros de la orilla al barco.
Una vez en tierra, me quieren cobrar tres euros.
Como vengo calentito de Siem Reap, que me han cobrado en la lavanderia, 5 kilos de ropa, cuando la vez que mas ropa sucia teniamos, han sido tres, le digo que se lo cobre a la empresa del ferry, que yo he pagado un billete, para que me dejen en tierra y no en medio del lago.
No recuerdo, si se lo dije bien, o medio regular, pero la discusion ha sido zanjada en un pis pas.
Un tuck-tuck, despues de los ya agotadores regateos, nos lleva a la guesthouse.
Otro regateo, y quedamos al dia siguiente, para ver los poblados flotantes ( chino y vietnamita) que viven en el lago.
Mientras nos dirujimos al pueblo, me da conversacion un anciano ( que a lo mejor es mas joven que yo ), de nombre irrepetible, y del que no consigo entender nada, ( parece que el a mi tampoco) aunque su lenguaje, en ciertos momentos, me parece ingles.
Aun asi, nos hacemos amigos, y prueba de ello, es esta foto para el recuerdo.
Por la tarde, salimos a comer algo, y nos encontramos con una pareja, (Cris y Laura), que estan de vacaciones, aprovechando la temporada baja de Ibiza, ya que se dedican a dar masajes en la isla.
Nos aconsejan, no dejar de visitar tambien, los poblados alfareros de la montaña, para sentir como vive el pueblo camboyano, y ver los procesos de fabricacion manual de las piezas.
Marchan mañana, asi que no va a ser posible, juntarnos de nuevo. Lastima.
Os deseamos muy buen viaje, y que vuestro incipiente negocio vaya viento en popa.
Un paseo y a descansar, en Garden Guesthouse, que es de lo mejorcito que nos hemos encontrado hasta la fecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario