lunes, 3 de octubre de 2016

44º dia Sihanouville Kho Chang

Vienen a buscarnos al guesthouse, y nos llevan a la estacion de autobuses.
Despues de esperar un rato en la pseudo-estacion, ya que no son mas que unas sillas en la acera, nos montamos en el autobus, dispuestos a pasar otro dia de viaje.
Es curioso, que los viajes en esa zona de Asia, duren todo el dia, sean los kilometros que sean. Sales aproximadamente a las 8 del hostal, e inevitablemente, llegaras entre las 5 y las 7 de la tarde.
Otra particularidad, es que el pasillo del autobus, se considera a todos los efectos, lugar para depositar maletas o pasajeros, con solo poner unas sillas de plastico, con lo que salir del autobus en las paradas, es una carrera de obstaculos.
En la frontera de Camboya, como hay que pasarla a pie, nos bajamos del autobus, y cuando vamos a coger los macutos, nos dicen que los llevaran en un carro hasta el lado Tailandes, y alli los recogeremos.
Una troley la llevamos nosotros camino del puesto donde te sellan la salida en el pasaporte.
Alli, otra vez la corrupcion. Si no quieres esperar cola, la das el pasaporte a unos muchachos, que por tres dolares y entrando por una puerta lateral, el oficial de la aduana, lo sella y te lo devuelven en pocos minutos, haciendo de su trabajo un negocio lucrativo.
Hasta que el oficial, no ha terminado de sellar a "los de pago", no empieza a sellar los pasaportes de los demas, asi que entre unas cosas y otras, pueden pasar casi una hora.
Como de todas formas los autobuses tienen que esperar a que terminen todos los pasajeros, no ganas nada de tiempo prestandote a la estafa, y colaborando a que estos sinverguenzas, sigan con sus andanzas.
Terminado el tramite, vamos a por nuestro equipaje, y nos dicen que les tenemos que dar 1 dolar por haberlos traido en un carro.
Cansado de tanto jeta, me niego a pagar puesto que no he pedido el servicio, y otros pasajeros antes que yo, tampoco han querido pagar.
De mala cara, el encargado de distribuirnos en los minivan que nos llevaran a embarcadero, nos indica que nos sentemos a esperar el transporte.





Me huelo que se quiere vengar dejandonos los ultimos, y cuando veo que otros pasajeros que van a Kho Chang, se meten en un minivan, me dirijo al encargado a preguntarle, y me dice que entremos en el vehiculo. El muy cabron  no nos decia nada, y por poco nos quedamos en tierra.
Por fin llegamos al embarcadero, y despues de un rato, entramos en el ferry que nos llevara a Kho Chang.


El viaje hacia la isla es precioso. El sol se esta ocultando por detras de la isla, y un reflejo rojizo se extiende por el agua. Me coloco en proa, y disfruto de la brisa y de la vista.
A medio camino, nos cruzamos con el ferry que va de vuelta, y por primera vez, la sensacion de que este viaje empieza a tocar fin me invade, asi que hago un esfuerzo, para concentrarme en el paisaje y  en los dias que nos quedan, en una de las islas mas bonitas, segun dicen, de Tailandia.
La carretera desde el embarcadero a la guesthouse es preciosa y peligrosa, aunque no necesariamente por ese orden. Infinidad de curvas cerradas con unas pendientes mas acordes a escaladores que a coches, hacen del viaje ya en plena noche, otra aventura fantastica, a la que acompaña y ayuda, la velocidad a la que nos lleva, este Fangio tailandes.


La guesthouse Paradise Bungalow, cercana a la playa Kai Bae Beach, esta bastante bien. Nos dan un bungalow en la parte alta, que desde el porche y a lo lejos, se ve el mar.
La urbanizacion es muy bonita y esta muy cuidada. A no mas de 50 metros, se encuentra la carretera, donde se localizan los restaurantes y tiendas a ambos lados de esta, asi que la localizacion del bungalow es la justa para estar cerca de todo, y lo suficiente lejos para no oir los vehiculos o personas que deambulen por allí
Despues de acomodarnos, salimos a dar una vuelta e inspeccionar los alrededores, mientras buscamos un sitio donde cenar, aunque al final, compramos unos sanwiches calientes, en nuestro queridos y otra vez bien hallados 7 eleven.

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