lunes, 3 de octubre de 2016

26 dia Isla de Don Khon

A las 10 de la mañana, despues de 14 horas desde que iniciamos viaje, llegamos a Nakasang.
El autobus nos deja a 200 metros del embarcadero, asi que bajamos caminando, como procesion de nazarenos, cargados con nuestros macutos, trolleys, y demas pertenencias.
Alli, 20000 kips cabeza, y montamos en barco, camino de Don Det unos, y de Don Khon otros.
Parece que Don Det, es mas de mochileros, amigos de cerveza y porros, y que Don Khon, es mas tranquila, mas familiar, y mucho mas bonita.
En el camino, un pasajero que va con su mujer y dos niños, ha caido al agua, al ayudar a separar el bote de la orilla, cuando hemos dejado, a los pasajeros de Don Det.
Tanto el barquero nuestro ( que no se ha movido de su puesto ) como otros de un bote proximo, se han echado a reir, asi que no me ha quedado mas remedio, que decirles, " de que os reis gilipollas", con toda la dulzura posible, y aunque se que no me han entendido, estoy seguro, que han captado,que no les decia buenos dias.
El muchacho, ha mojado el telefono y la cartera con documentos y dinero, y tiene un cabreo, que no se como no le ha cogido por el cuello al barquero, hasta verle morado.
Cada vez, estoy mas harto de estos desgraciados, que no se enteran, que como no vinieramos turistas, iban a comerse los mocos
Por fin, llegamos a Don Khon, y perdemos de vista al cabron de la barca.
 Nos acercamos a Dokchampa guesthouse, y como si se dieran cuenta del cabreo que traemos, el recibimiento, es encantador.
Nos piden que nos sentemos, ya que nos estan limpiando la habitacion, y mientras tanto, nos tomamos en una mesa a la orilla del rio, un refresco y una cerveza.
La vista es maravillosa. El rio discurre con lentitud, hace fresco a la sombra, y las cabañas
, se asoman al agua, con unas terrazas literalmente sobre ella, con hamacas y tumbonas, que invitan al descanso.
Entramos en la habitacion, y por primera vez desde el comienzo del viaje, huele a limpio.
La cabaña por dentro es  bonita y amplia. El balcon hacia el rio, promete  muchas horas de contemplacion, y las camas limpias y confortables, aseguran un largo descanso
Nos dicen que pasemos, y que ya pagaremos mas tarde. Una buena ducha, un paseo, una buena comida y una siesta, acaban por convencerme, que desear el ahogamiento del barquero y demas cabrones, no conduce a buen puerto.

Otro paseo corto por la noche, y a la habitacion a disfrutar del balcon y del frescor que se respira encima del rio.
No parece que los mosquitos esten en plan guerrero,  asi que perfecto todo, salvo el leñazo que me he dado contra el suelo, al romperse la hamaca.
Mi agilidad, y porque no decirlo, mis anchas espaldas, fruto de horas de gimnasio, han evitado daños permanentes en mi estructura ósea.

La maldita de ella, me estaba esperando

Buena recepcion de wifi, asi que me falta tiempo para dar envidia a familiares y amigos, y decir a voz en grito y a favor del viento " ¡ Y el que este mejor, que se joda ! "

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