34º dia Kampong Cham Siem Reap

El autobus,como es normal, sale con retraso, pero ya estamos acostumbrados.
La carretera, para variar, es bastante buena, asi que el trayecto aunque largo, no se hace demasiado pesado.

Al legar, como es costumbre, la estacion esta a unos kilometros de centro, cosa que no es explicable, salvo un acuerdo con el personal de los tuck-tuck, ya que no es una estacion al uso, sino simplemente, las cocheras de la empresa, que bien podia tener una parada en la ciudad, y luego ir a las cocheras.
Ahi, cuando estamos negociando el precio, se acerca una mujer y nos dice si podemos hacer el viaje juntos, ya que al estar sola, le quieren cobrar 5 dolares.
Por supuesto le decimos que encantados, y negociamos 3 dolares por los tres.
Se llama Jeni ( como la de Tarzan, dice ella ), es brasileña afincada en Suiza donde se caso y vive alli, con familia que tambien se traslado a ese pais.
Le encanta Suiza a pesar del contraste con Brasil, o quizas por ello, y le duele ver como año tras año, Brasil se hunde en la delincuencia, situacion que ha sufrido en sus propias carnes.
Ella no tiene reservado nada, asi que primero, el conductor( en adelante Phon ) le busca una guesthouse, en prevision de que la nuestra esta llena, cosa que ocurrio, como comprobamos despues.
Nadie conoce nuestra guesthouse ni son capaces de localizarla. Al final, prestandome el password en una, saco el portatil y le muestro el plano a Phon.
Una vez alli, comprobamos suciedad en las sabanas, asi que sacamos nuestros sabanas/sacos, y las extendemos por encima, ya que vista la dificultad para encontrar alojamiento, no es cuestion de buscar otra. Ademas, la situacion es buena, cerca del nigth market y de  Pab Street, y nuestro nivel de tolerancia con la suciedad, ha ganado muchos enteros.
Jeni, que sabe cuatro idiomas ( uno mas que yo), negocia con Phon el tuck-tuck para visitar los templos de Angkor, que logra que se quede en 20 dolares por los tres.

No te hagas iusiones, no es 7 eleven, ni se parece

Quedamos en que vendran a recogernos mañana a las 5,30 y despues de una reconfortante ducha, salimos a comer.
Ya por la tarde, despues de un pequeño descanso, nos damos un garbeo por el mercado y por Pab Street, y comprobamos, que una vez dentro de esta calle, no sabes si estas en Camboya, o cualquier zona costera de nuestro pais, llena de guiris, comiendo, bebiendo y  armando follon, si bien es cierto, no hemos visto ninguna pelea o discusion acalorada.
Cena en un puesto, en el que otra vez me como mi comida  y la de Mamen, y despues de comprar algo para el desayuno, nos vamos a dormir.